lunes, 13 de mayo de 2013

¡¡ MIRA !!



Esta mañana cuando salí de mi casa aunque era muy temprano y se esperaban temperaturas de más de 32 grados a las doce, que para mí es un calor sofocante. Hacia fresco. 
Alguien podría decir que frio, porque vi chaquetas y jerséis puestos, pero para mí es un fresco reconstituyente y confortable, hace que me sienta bien e incluso más libre, algo que puede ser una tontería, pero me gusta el frio, despiertas mis sentido.

Al contrario de lo que les ocurre a la mayoría de las personas, cuando llega el otoño a mi me inyectan vitalidad, no me deprime y cuando mi letargo estival se aleja, empiezo a vivir.
Jamás he dejado de realizar alguna actividad o aplazar algún viaje por el frio o el llamado “ mal tiempo”, pero el calor ¡uf! El calor me anula la mayoría de mis planes, estoy en letargo, creo que hasta las neuronas se toman su tiempo para reaccionar.

Claro que aun me queda coger el resfriado típico de todos mis veranos. Que mezclado con la alergia que tengo a dos tipos de plantas y que donde vivo están por todas partes, hace que tenga los ojos rojos y en casos más extremos sinusitis.

Me llevo todo el día con el botecito de lagrimas artificiales, a esto se suma que cuando me ven con los ojos rojizos me preguntan : ¿qué te pasa? – nada, contesto. Es alergia.

¿Tú eres alérgica, a qué? , como si para padecer alergia hubiese que ser un tipo determinado de persona y tengo que dar mi propio diagnostico, lo cual conlleva las siguientes preguntas de mi interlocutor, ¿desde cuándo?, ¿a qué?, ¿qué tratamiento tengo? , ¿no te vacunas?, ¡no! de vacunas ni hablar – respondo. 
De forma que cuando esto ocurre y me miran a los ojos , al preguntarme: ¿qué me ocurre?, solo digo que me molestan las lentilla y ahí queda el asunto.

Hoy es de esos días, tengo todos los síntomas y además la cabeza como un “tambor”.
Tomo un café y los medicamentos y me dispongo salir para el trabajo. Por eso este fresco me sienta tan bien. A las diez y media o a las once desayunaré.

Pero hoy vuelve a ser un día especial, pero que muy especial. Recojo un libro de relatos. No es un libro dirigido al público, va dirigido a un solo público.

Dentro de poco es el cumpleaños de alguien que quiero mucho, cumple siete años y aunque no es de mi familia, para él y para mi, como si lo fuésemos. Le conozco desde que nació.

Pues ya tiene siete años, por Dios como pasa el tiempo. Siempre he mantenido contacto con él y nos queremos mucho. 
Cuando vienen a la hora de irse, me pide que lo despida desde la azotea, me dice adiós varias veces con la mano y cuando está algo más alejado, siempre a gritos y pronunciando mi nombre, dice: “Hasta luego, Clara”, las personas que lo oyen lo miran y después miran a quien va dirigida la voz y sé que eso le hace sentirse importante, pero a mi más. Me agrada que sepan que es mi amigo.

Es un chico muy peculiar, no le gustan las historias tradicionales, los cuentos convencionales, así que cuando me visitan lo primero que me dice al darme un beso, acercándose un poco a mi oído y muy bajito y despacio, es : ¡cuéntame una historia! Sé lo mucho que le gustan porque sus ojos marrones se iluminan, su boca no se cierra del todo, mantiene sus manos juntas y me mira fijamente, como si no quisiera perder ni una sola expresión de mi cara, cuando me paro un poco para darle énfasis al significado, es cuando lo veo parpadear y sonreír.

En todas las historias que le narro, me pregunta: ¿yo cuando salgo?, siempre le contesto lo mismo: en la próxima.
Sé que esto despierta su intriga y mantiene un nivel de interés elevado para la próxima visita. No le importa no formar parte de la historia, solo dice: ¡vaya! ¿cuándo tendré yo un cuento para mí? Me echo a reír y él me sigue.

A veces cuando voy a su casa me coge de la mano y mi nombre no es Clara, es: ¡Mira!, se lleva todo el tiempo diciéndome ¡mira, esto!, ¡mira, aquello!, ¡ven, mira!, ¡mira, ¿te gusta?!...Me lo quiere enseñar todo, todo lo nuevo y todo lo antiguo que yo no haya visto y con tanta ilusión que me emociona verlo tan feliz, me transmite su inocencia y su cariño.

Se siente feliz, pero no sabe que yo lo soy mucho más al verlo así. Me gusta saber que me espera impaciente hasta que nos volvamos a ver. La madre es compañera de trabajo y dice, que pregunta cuando voy a ir.

Hace algo más de un mes, una Fundación para la Infancia me brindó la oportunidad de colaborar con ellos con varios relatos y yo encantada. Por los niños todo lo que sea, se lo merecen todo, lo mejor del mundo para ellos… son niños. 
Pienso que si crecen con mucha ilusión vivirán con algún rastro de ella. 

La sociedad y los problemas que ésta hace que creamos que tenemos, hará que con el tiempo parte de esta ilusión se vaya. Pero quiero creer que algo de ella quedará.

Después de imaginar varios regalos para él, se me ocurrió, que el mejor sería un libro de relatos inéditos, todos y solo para él, donde fuese el protagonista de todas las historias y me puse manos a la obra.

Un solo libro, un único ejemplar para él, nadie más lo tendrá. 

Hablé con un editor amigo mío y dijo que haría lo posible pero que al ser uno solo era difícil, que lo más lógico serian mínimo veinticinco, pero como la lógica nunca ha regido mi vida, pues dije que solo quería que hubiese uno. Hace una semana me llamó diciéndome que sí, que lo había conseguido. Y estoy feliz.

Le he escrito cuarenta historias, donde él solo, luchará con dragones, descubrirá nuevos mundos jamás imaginados, será el superhéroe de un universo no descubierto aun, cruzará mares que ningún hombre sabe que existen. Será desde el más humilde escarabajo descubriendo mundos no vistos a los ojos humanos, hasta la roca más vieja que lleva una eternidad mirando el Atlántico y conoce todos sus secretos.
Lo he ilustrado con mis propios dibujos, se que le gustan.
Se lo he dedicado y lo he titulado: “Los relatos de Mira”, tenía que poner un autor y solo he puesto: Tu amiga Clara.

Realmente es mi amigo y uno de los más importantes que tengo. 

Pienso que este niño podría estar horas y horas oyéndome hablar sin parpadear, todo lo que le cuento tiene interés y cuando omito algún dato me pregunta… y me pregunta, hasta que llega a la esencia de lo que quiere saber. Ninguna persona de mi edad me ha prestado nunca tanta atención. 
Él, me recuerda a mi infancia, donde todas mis preguntas siempre tenían respuestas.

Esta tarde recojo el ejemplar y el sábado se lo entrego.

Me ha dicho varias veces, cuando es su cumpleaños pero he hecho como… que no le daba  mucha importancia, cuando en realidad lo tenía ya todo planeado.

Será una gran sorpresa para él, pero para mí ver su cara… será de esos momentos que se me graban.

El alma debe ser como un cuerpo todo tatuado por momentos importantes, pero siempre cuando hay otro, no se borra ninguno solo le hacen espacio a uno más.
   
Me imagino que por eso se dirá que es, infinitamente inmensa.

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