viernes, 19 de abril de 2013

SEPARADORES DE LIBROS



Me han regalado un bolígrafo de propaganda, de esos que ponen el anuncio de algún comercio. También los colecciono.

Colecciono casi de todo, bolígrafos que acaban secándose de no usarlos, camisetas con logos o leyendas que me gustan, estas si las uso todas en verano, caracolas mi colección más importante, boyas que encuentro en la playa, de las pequeñas que caen de los barcos de pesca y siempre que sean marrones, anzuelos que encuentro con unas boyas de metal en forma de bola o de pera, separadores de libros estos son mi debilidad, etc.

La mayoría de mis amigos no saben casi nada de mis colecciones, porque lo interesante de una colección, al menos para mí, es ir buscando tu mismo las piezas o que te regalen algo sin saber ellos que lo coleccionas. No vale que te traigan un montón de ellas, en ese momento la colección deja de ser tuya y ya es compartida. 

La gran parte de estos objetos coleccionables no me ocupan mucho sitio en mi casa, bueno las boyas sí, pero en la cochera colgada del techo tengo una pequeña red que me regalo Fernando un pescador que conozco y que este verano me ha prometido que realizaré un sueño que tengo desde hace mucho tiempo, todos los años me dice que es peligroso, el otro día hablé con él, lo hago a menudo y le he dicho que de este año no pasa.
Fernando es bastante mayor, pero un buen amigo mío. El me regaló una red y me dijo: “las boyas están mejor en la red, que es donde tienen que estar”. Así que colgué la red del techo de la cochera y ahí las voy metiendo todas, no sé cuantas habrá, pero muchas seguro. Hace muchos años que hago esto.

Sin embargo, por mi gran afición a la lectura, los separadores de libros es una de las que más me gustan.

La semana pasada, me llamó un amigo, nos llamó a todo el grupo quería que nos reuniéramos y decidimos una hora que a todos nos viniese bien.
Quedamos todos los que pudimos. Después de las charlas y el café correspondiente sacó una bolsa y nos fue dando a cada uno un separador hecho expresamente para cada uno de nosotros, estaban hechos por el mismo.

Cada uno tenía algo de nuestras aficiones, de nuestras aptitudes, de nuestros gustos. Eran preciosos.
El mío cuando lo leí, realmente me llego al corazón, es cierto lo que pone y lo que dice, es como me siento cuando escribo.
Suelo escribir sola, siempre sola o si hay alguien conmigo sabe que no me puede hablar aunque a veces me vean sonreír, reír y otras ver como mis ojos brillan. Realmente es un acto de soledad. Solo palabras, pensamientos y yo.

En mi separador pone:

La literatura es esencialmente soledad, se lee en soledad y pese a todo, el acto de la lectura permite una comunicación profunda entre los seres humanos.  Paul Auster.

Es una de las frases más ciertas que conozco relacionadas con el placer de escribir y de leer. Lo define a la perfección.

Si alguien que lea estos relatos escribe, sabrá que esto es así. Es abstracción, el mundo más cercano a ti desaparece. 

Lo mismo que está ocurriendo ahora en ti que lees esto, es lo mismo que ocurre en mi cuando lo escribo. Estamos abstraídos y nos estamos comunicando a la vez, no nos conocemos y quizá nunca nos conoceremos, pero estamos intercambiando pensamientos. Es curioso, ¿verdad?

Por detrás pone:

Gozar de la vida cuando las cosas van bien es fácil. Gozar de la vida siempre es un arte.

Esta frase no se de quien es, seguramente de un filosofo de la vida, pero es bastante acertada.

Me conoce hace muchos años, pero no sabía que me conocía tan bien. Ha resumido en dos trozos mi manera de sentir y de ver las cosas.

A cada uno nos ha puesto algo increíble. Al leerlo nos hemos quedado cada cual mirando el suyo y pensando... creo que nos hemos quedado algo perplejos al leer las leyenda que traía cada separador.

Siempre había notado que era muy observador, pero las frases que cada uno llevábamos escritas en el nuestro me hace ver que nos conoce más de lo que yo misma pensaba.

Tengo muchos separadores, algunos firmados por autores de libros que he conocido en alguna que otra presentación, pero este será mi separador favorito, lo ha hecho con el corazón, pensando en cada uno de nuestros gustos, con sus propias manos y lo más importante teniéndonos presente.

Amigo, desde aquí te doy las gracias.

Será el único que utilizaré en mis vacaciones, donde sabes que puedo pasar largas horas leyendo.

He abierto mi baúl, donde guardo todo lo importante para mí y donde van los separadores, he puesto el tuyo el primero.
  
Seguro que este verano me acordaré de ti cada vez que pase una página.





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