Me han
regalado un bolígrafo de propaganda, de esos que ponen el anuncio de algún
comercio. También los colecciono.
Colecciono
casi de todo, bolígrafos que acaban secándose de no usarlos, camisetas con
logos o leyendas que me gustan, estas si las uso todas en verano, caracolas mi
colección más importante, boyas que encuentro en la playa, de las pequeñas que
caen de los barcos de pesca y siempre que sean marrones, anzuelos que encuentro
con unas boyas de metal en forma de bola o de pera, separadores de libros estos
son mi debilidad, etc.
La mayoría
de mis amigos no saben casi nada de mis colecciones, porque lo interesante de una
colección, al menos para mí, es ir buscando tu mismo las piezas o que te
regalen algo sin saber ellos que lo coleccionas. No vale que te traigan un
montón de ellas, en ese momento la colección deja de ser tuya y ya es
compartida.
La gran
parte de estos objetos coleccionables no me ocupan mucho sitio en mi casa,
bueno las boyas sí, pero en la cochera colgada del techo tengo una pequeña red
que me regalo Fernando un pescador que conozco y que este verano me ha
prometido que realizaré un sueño que tengo desde hace mucho tiempo, todos
los años me dice que es peligroso, el otro día hablé con él, lo hago a menudo y
le he dicho que de este año no pasa.
Fernando es
bastante mayor, pero un buen amigo mío. El me regaló una red y me dijo: “las
boyas están mejor en la red, que es donde tienen que estar”. Así que colgué la
red del techo de la cochera y ahí las voy metiendo todas, no sé cuantas habrá,
pero muchas seguro. Hace muchos años que hago esto.
Sin embargo,
por mi gran afición a la lectura, los separadores de libros es una de las que
más me gustan.
La semana
pasada, me llamó un amigo, nos llamó a todo el grupo quería que nos reuniéramos
y decidimos una hora que a todos nos viniese bien.
Quedamos
todos los que pudimos. Después de las charlas y el café correspondiente sacó
una bolsa y nos fue dando a cada uno un separador hecho expresamente para cada
uno de nosotros, estaban hechos por el mismo.
Cada uno
tenía algo de nuestras aficiones, de nuestras aptitudes, de nuestros gustos.
Eran preciosos.
El mío
cuando lo leí, realmente me llego al corazón, es cierto lo que pone y lo que
dice, es como me siento cuando escribo.
Suelo
escribir sola, siempre sola o si hay alguien conmigo sabe que no me puede
hablar aunque a veces me vean sonreír, reír y otras ver como mis ojos brillan.
Realmente es un acto de soledad. Solo palabras, pensamientos y yo.
En mi
separador pone:
La
literatura es esencialmente soledad, se lee en soledad y pese a todo, el acto
de la lectura permite una comunicación profunda entre los seres humanos. Paul Auster.
Es una de
las frases más ciertas que conozco relacionadas con el placer de escribir y de
leer. Lo define a la perfección.
Si alguien
que lea estos relatos escribe, sabrá que esto es así. Es abstracción, el mundo
más cercano a ti desaparece.
Lo mismo que
está ocurriendo ahora en ti que lees esto, es lo mismo que ocurre en mi cuando
lo escribo. Estamos abstraídos y nos estamos comunicando a la vez, no nos
conocemos y quizá nunca nos conoceremos, pero estamos intercambiando
pensamientos. Es curioso, ¿verdad?
Por detrás
pone:
Gozar de la
vida cuando las cosas van bien es fácil. Gozar de la vida siempre es un arte.
Esta frase
no se de quien es, seguramente de un filosofo de la vida, pero es bastante
acertada.
Me conoce
hace muchos años, pero no sabía que me conocía tan bien. Ha resumido en dos
trozos mi manera de sentir y de ver las cosas.
A cada uno
nos ha puesto algo increíble. Al leerlo nos hemos quedado cada cual mirando el
suyo y pensando... creo que nos hemos quedado algo perplejos al leer las leyenda
que traía cada separador.
Siempre
había notado que era muy observador, pero las frases que cada uno llevábamos
escritas en el nuestro me hace ver que nos conoce más de lo que yo misma
pensaba.
Tengo muchos
separadores, algunos firmados por autores de libros que he conocido en alguna
que otra presentación, pero este será mi separador favorito, lo ha hecho con el
corazón, pensando en cada uno de nuestros gustos, con sus propias manos y lo
más importante teniéndonos presente.
Amigo, desde
aquí te doy las gracias.
Será el único
que utilizaré en mis vacaciones, donde sabes que puedo pasar largas horas
leyendo.
He abierto
mi baúl, donde guardo todo lo importante para mí y donde van los separadores,
he puesto el tuyo el primero.
Seguro que este
verano me acordaré de ti cada vez que pase una página.
No hay comentarios:
Publicar un comentario